martes, 26 de mayo de 2009

Fomento a la lectura en Aguascaluientes, México

Propuestas de Libreros de Aguascalientes

7 de Enero 2008 Aguascalientes, Aguascalientes.

Dr. Andres Reyes
Departamento de Cultura de Aguascalientes

Me dirijo a usted respetuosamente para manifestarle una de las principales inquietudes que a los amantes de la lectura nos asalta; esta es, el bajo nivel de lectura que presenta nuestra ciudad. Es por ello que, al ser usted Director de Cultura del municipio más importante del estado, me permito presentarle la siguiente propuesta, pues considero que usted es sensible a toda esta problemática que refleja un gran vacío dentro de la política cultural del Estado.

PROPUESTA: Abogando a su buena voluntad, me permito (a nombre de los libreros de Aguascalientes) solicitarle a usted que nos apoye con reformas al código municipal, para que se nos permita a las librerías establecidas en esta ciudad realizar eventos relacionados con ferias y exposiciones en la calle, plazas principales y edificios públicos, con la finalidad de sensibilizar a los pobladores por la lectura, sumergirlos en la magia de un libro y al mismo tiempo hacerlos participes de un evento cultural que coloca a la ciudad a la vanguardia nacional, y al mismo tiempo rescata las librerías de la ciudad. Así mismo, dado que el reglamento municipal no contempla la venta de libros en la calle como exposición de la lectura, los libreros no podemos proponerlo más abiertamente ante la sociedad. Sabemos que no se desea hacer de la ciudad in tianguis desordenado, es por ello que apuntamos que nuestro interés solo busca sensibilizar a los lectores y no lectores, y sobre todo acercar esta fuente de conocimiento a toda la población.

De la misma forma, me permito hacerle algunas peticiones, deseando de la mejor fe, se les de satisfacción:

Permitir y apoyar la exposición y venta de libros en el primer cuadro de la ciudad, así como en sus alrededores.
La oficina de cultura del municipio sea encargada de dar permisos, apoyar y programar eventos de libros.
No permitir la venta de piratería en libros.
Motivar a las fotocopiadoras a no fotocopiar más de 25 hojas por libro.
Creación y apoyo del concurso de cartel del libro por parte del municipio.
Creación y apoyo del concurso de comprensión de lectura en las escuelas primarias del municipio.
Permitir espacios para los libreros de usado en Aguascalientes, primer cuadro de la ciudad, con puestos removibles o kioscos uniformes a la arquitectura de la ciudad.
Difusión de bibliotecas de la ciudad en la prensa local.
Permitir, celebrar y apoyar el día mundial del libro (23 de abril), con exposiciones y venta con libreros de Aguascalientes, Así como conjuntar las presentaciones de libros por parte del municipio.
Permitir, realizar y apoyar eventos, exposición y venta de libros, con respecto al día nacional del libro (12 de noviembre).
Permitir, realizar, apoyar e institucionalizar dos exposiciones anuales de librerías, distribuidores y editoriales de Aguascalientes (por lo menos 6 días en la segunda semana de Marzo y en la tercera de Octubre).
Creación de jueves cultural con libros frente a Expo Plaza.
Creación del viernes cultural con libros usados a un costado del Teatro Morelos.
Creación del tianguis sabatino del libro, en la calle del codo, con libreros de Aguascalientes.
Inclusión de librerías en turismo cultural en la feria de San Marcos.
Primera feria del libro antiguo y usado, con más de 25 expositores de Aguascalientes y Ciudad de México, conferencias y talleres, organizada de manera autogestiva, evitando costos al municipio, solicitando únicamente espacio digno, abierto, incluyente, y seguridad.
Permitir y financiar tres kioscos de libros en el primer cuadro de la ciudad.
Presentaciones de autores y libros locales en las Ferias y Expo’s organizadas por el municipio.
Edición de folleto con información de bibliotecas, casas de la cultura, salas de lectura y librerías del municipio.
No anular, ni bloquear la exposición de libreros foráneos en nuestra ciudad, muy al contrario facilitarla, ya que esto motiva a competir y enriquecer a los libreros de Aguascalientes.
Permitir rutas de libro en la ciudad de Aguascalientes, preferentemente en el centro, lugares abiertos, plazas comerciales, plazas públicas, museos, parques, etcétera.
Inclusión de biblioteca y librerías en programas de Turismo Cultural del ayuntamiento.
Permitir de manera gratuita la distribución en el Centro del directorio de librerías y bibliotecas de Aguascalientes.
Permitir la distribución gratuita de propaganda de librerías de Aguascalientes.
Creación del ex libris municipal.
Difundir el ex libris.
Creación del concurso de ex libris.
Ferias del libro en escuelas primarias del municipio.
Ferias del libro en secundarias del municipio
Promover el programa de libro libre en el municipio.
Distribuir los libros editados por el municipio entre las librerías locales.
Rescatar la historia de las librerías de Aguascalientes.

Históricamente en nuestro país, la lectura y el libro han sido ajenos a un gran sector de nuestra sociedad, colocando a nuestro México en los últimos lugares de índice de lectura a nivel internacional, siendo una de sus principales repercusiones las deficiencias educativas, deportivas, productivas, etc. A la par, es por ello que la televisión, el Internet, el celular, los video juegos, ahora sustituyen el espacio-tiempo íntimo que el ser humano dedicaba al aprendizaje. Hablar de las bondades del libro podría ser por demás innecesario, pero es importante remarcar que la sociedad en general, y las instituciones civiles existentes no recogerían frutos sin su lectura.
Es sumamente notorio que la cultura escrita en nuestro país pierde terreno para cederle ese espacio primordial a la oralidad retórica y demagógica , que al carecer de referencias bibliográficas sustentables conducen a la sociedad a una falta de memoria histórico social, que permite la reproducción de arquetipos insanos, problema que se vincula con el de la virtualización de la información, lo cual produce en la lengua nacional, el libro, la revista, una gran pérdida de su valor esencial, ya que se obstruye el libre análisis de la información.

Es una lástima que nuestro país tenga solo como referencia la venta de libros como índice para su nivel de lectura, ya que otros países como los europeos su cuantificación es reflejo de su desarrollo productivo y cultural. Sabemos que la lectura del mexicano es en promedio de un libro al año, cuando se ha valorado que para que un país se desarrolle plenamente, sus pobladores deberían leer por lo menos cuatro per capita. Con todo y que estas cifras son alarmantes; es una realidad que existen en nuestra ciudad y en todo nuestro país numerosos lectores. Personas que se inmiscuyen en el acto íntimo de aprender, entretenerse, o cultivarse en los libros, sin embargo, estos se encuentran con que no hay suficientes librerías en la ciudad y aunque existan más de 20 en Aguascalientes, estas no satisfacen su demanda, por no encontrar los libros que desean, y esto crea desanimo en el lector. Los nuevos lectores pocas veces son atrapados por que se ha roto la motivación de leer, por la barrera que encuentran en la librería.

En lo que a la promoción de la lectura se refiere, en nuestro estado, la institución cultural hace un gran esfuerzo por ganar lectores, con salas de lectura, programas en las bibliotecas, casas de cultura, difusión, edición de libros, distribución, presentaciones de libros, etcétera. Empero, me atrevo a considerar que falta exponer más estos empeños a la sociedad en sus diferentes clases sociales, presuponiendo que al encontrar libros expuestos en la calle, esto sugiere su lectura. Otro de los problemas principales que obstaculiza la difusión de la lectura es el precio de los libros. Comúnmente es considerado alto el costo de los libros, pero veamos, según la Ley de la oferta y la demanda, entre mayor consumo, menor es el precio, esta ley de igual forma aplica en los libros, ya que por la poca demanda que tienen su precio tiende a subir (dejando en vilo la supervivencia de las librerías#, casas editoriales y de los escritores). Es por ello la importancia que tiene esta propuesta, ya que al hacer actividades para acercar a las personas el libro en los espacios que ellas comúnmente frecuentan, se pretende difundir el gusto por la lectura y hacer que este “producto” aumente su demanda y por ende sus precios disminuyan y cualquier persona pueda adquirir un libro.

Aguascalientes, se gracia de contar con más de 20 librerías, siendo una de las ciudades de provincia con mayor proporción de librerías en relación a su población, algo de lo que no pueden presumir otras ciudades importantes de nuestro México. ¡No permitamos que desaparezcan estas empresas culturales! Otras ciudades ven con orgullo e incluyen como turismo cultural los tianguis de libros, ferias, exposiciones; como ejemplo: Guadalajara ha construido en 20 años la 3era Feria del Libro a nivel internacional. La 1era Feria del Libro del mundo hispano hablante y hoy proyecta nivel internacional como la capital de la cultura Latinoamericana. París, Francia se congratula de tener aún en su inventario a los libreros de viejo junto al río Sena. Buenos Aires instituyó Feria perenne del libro, para que sus habitantes gozaran de información. La ciudad de México era por excelencia el centro cultural del país, hoy compite con la diversidad de loa perla tapatía. El permisionar tianguis y kioscos de libros es parte del equipamiento urbano y promoción de proyectos productivos de impacto social con un matiz de difusión cultural.

Por todo lo anterior, esperamos y pedimos que los regidores acojan en el reglamento municipal cambios que nos permitan de una manera responsable integrar socialmente el libro al municipio de Aguascalientes.

Antecedentes de trabajo de las librerías: algunas de la ciudad de Aguascalientes, hemos trabajado en conjunto participando en ferias de libro en colegios privados de la ciudad, Universidades y municipios donde se han organizado conferencias, talleres, exposiciones, cuenta cuentos, concurso del cartel de libro en las cuales han alimentado al librero en la motivación de fomentar la lectura con los niños, que su bien la venta no significa lectura, por lo menos refleja cierta intención. Históricamente el municipio nos proporcionó permiso y apoyo para celebrar el día mundial del libro (22 y 23 de abril 2006), así mismo participamos en la “Expo-Venta de libros” en el Jardín de los Palacios (13 al 22 de Octubre) de lo cual los libreros participantes agradecemos a la Secretaría de Desarrollo Humano, y así mismo, la sensible atención de la anterior administración

Eventos realizados:
Distribución de directorio de las bibliotecas y librerías con motivo del día nacional de libro mes de octubre-noviembre 2005.
2ª. Feria de libro Colegio Bosques 10 al 12 de noviembre 2005 .
Feria de libro Universidad Tecnológica de Aguascalientes
Distribución de directorios de las bibliotecas y librerías con motivo del día mundial de libro mes de abril 2006.
Expo libro municipio 23 de abril día mundial del libro calle Galeana Norte (del codo) 22 y 23 de abril 2006.
Feria de libro en Universidad Bonaterra, 9 al 11 de Agosto 2006.
1era. Feria del libro en Escuela de la Ciudad de Aguascalientes “ECA” del 5 al 7 de abril 2006.
1era. Feria libro en municipio de Jesús María del 16 al 23 de julio 2006 .
Exposición de libros antiguos y modernos en universidad la Concordia campus “Paraíso” Septiembre 2006.
Exposición de libros antiguos y modernos Universidad la Concordia campus “Forum” Septiembre 2006 .
Expo-Libro-Municipio de 13 al 23 de octubre 2006 Jardín de los Palacios .
Expo-Venta día Nacional del libro 10, 11 y 12 de noviembre 2006 calle Galena Norte.
3era Feria de libro Colegio Bosques Noviembre 2006
Feria del libro Universidad Tecnológica de Aguascalientes 2006
Expo- libro- Municipio Infantil Juvenil Marzo 2007
Expo-Venta Día Mundial de libro del 21 al 23 de Abril 2007

Objetivos generales:
1.- Fomentar la lectura.
2.- Formar lectores.
3.- Difundir el libro.
4.- Distribuir libros.
5.- Motivar la distribución de libros regionales.
6.- Promover autores locales
7.- Difundir la imagen del Estado como promotor de cultural.
8.- Colocar a nivel nacional el municipio de Aguascalientes como promotor de . . cultura.
9.- Difundir la imagen estatal a niveles internacional los eventos relacionado . . Exposiciones y Ferias de libro.

10.- Elevar el índice estatal de lectura.
11.- Motivar la consumo de libros.
12.- Activar la industria Editorial de Aguascalientes.
13.- Motivar al empresario librero a mantener la librería.
14.- Dignificar el oficio del librero como promotor cultural.
15.- Elevar el nivel cultural del municipio.
16.- Desmitificar la venta del libro en la calle como ambulantaje.
17.- Promover el Estado de Aguascalientes como un eje cultural del país.

Aprovecho para enviarle un cordial saludo, estoy a su disposición para mayor información y quedo de usted en espera de respuesta. Anexo la ley de fomento a la lectura y el libro, pasquines y fotografías.


César Salvador Gómez Diz
Promotor y librero de lance
Librería bibliofila
Mariano Matamoros #104
Col. Centro. Aguascalientes, Aguascalientes
Tel 918 69 22


Referencias:
“Homo videns, la sociedad tele dirijida” Giovanni Sartori España 2000
“la compresión de los medios como extensiones del hombre” Marshall Macluhan” Diana México1980
“La historia del libro” ,Sven Dahl, Alianza.España.
“Palabras habitadas” enero-abril 2005, Aguascalientes
“Historia de las librerías en la ciudad México” Juana Zahar, Palaza y Valdez UNAM, Mexico, 2000
“Ex libris y marcas de fuego” Ernesto de la Torre Villar, UNAM, México, 2000
“El Libro y el librero” S/D.
“Rescatar libros viejos , una pasión para César Gómez” El Heraldo de Aguascalientes, 28 de febrero 2006
“Falta leer/ Es bajo el nivel de lectura en México” El siglo de Torreón,11 de noviembre de 2002.
“ La cruz de la lectura” Javier Aranda,La jornada Miércoles 27 de julio de 2005.
“Palabras del Presidente Fox durante la ceremonia del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor”
Miércoles 23 de abril de 2003. Fuente: http://www.presidencia.gob.mx/actividades/index.php?contenido=5069
“Registra el país el último lugar, según estudio de la OCDE”, Notimex (06-12-04).
“LA LECTURA, PRIORIDAD DE LA POLÍTICA CULTURAL Y ELEMENTO ESENCIAL PARA EL FUTURO DE MÉXICO: SARI BERMÚDEZ” http://jmvelazco.cnart.mx/cnca/nuevo/2001/diarias/jul/170701/lecpols.html
“CNCA: ''debemos apoyar'' a libreros mexicanos” La jornada,Viernes 16 de agosto de 2002.
“Ya es tiempo de darle el justo valor a la cultura: Nuestra gran reserva estratégica”,Vicente Fox Quesada. http://www.vicentefox.org.mx/campana/discursos/cultura.html
“La Tierra Prometida” (Memorias),Jaime Torres Bodet, Editorial Porrúa, México, 1972, 1ª edición, pp. 241-249.
“Libro Libre” http://www.notimexico.com.mx/notaCu6.htm
Lo promueven gobiernos, empresarios y sociedad civil, Hoy, presentación en Guadalajara del Plan Iberoamericano de Lectura. ERICKA MONTAÑO GARFIAS, La jornada 28 de Noviembre 2004.
“DIA DEL LIBRO-QUIJOTE/MEXICO 24-04-2005,Joaquín Sabina se une desde México a lectura mundial del Quijote”, La jornada.Los porvenires de la lectura,por Rafael Vargas Pasaye, Entrevista publicada en el suplemento Campus Milenio del periódico Milenio el del 2003.
“El analfabetismo funcional, una «catástrofe silenciosa»”,Carlos Paul y Ángel Vargas, La Jornada, 1 de Enero 2000.
¿Quién abrirá los libros? La escasez de lectores genera la responsabilidad de formar lectores. Alfonso Castillo Burgos. http://www.solareditores.com/bitacoras/quehacer/000130.shtml
“Comienza la Feria del Libro de Ocasión” ERICKA MONTAÑO GARFIAS. la jornada Viernes 25 de febrero de 2005.
“Un éxito, el Gran Tianguis de Libros en el Parque México” La Jornada, 1 de Marzo 1999.
“El mundo y sus demonios”. La ciencia como una luz en la oscuridad,.Carl Sagan México: Editorial Planeta, 1997.
"Bibliotecas: hay una biblioteca para cada 9 mil habitantes". México, D.F.: El Heraldo de México. Junio 4, 2001.
"Analizarán retos de bibliotecas." Palacios Goya, Cynthia. El Universal, Mexico, D.F., Junio 7, 2001.
“El negocio librero frente a la realidad de la comercialización multicanal del libro.” Por Richard Uribe Schroeder, Consultor Internacional del CERLALC, http://www.cerlalc.org/nuevo_boletin/08/RedLibreros2/Punto.htm
“Problemática de las librerías en América Latina “Por Ecequiel Léder Kremer http://www.cerlalc.org/nuevo_boletin/08/RedLibreros9/Punto1.htm
“Oscuro panorama para librerías” El milenio, 13 de Enero 2004
“Una feria sin libreros”, Amparo Restrepo, Boletin CERLAC No. 8
“Llamado al mercado librero: ¡salvemos las librerías!”, Boletin CERLAC No. 8
“De Palabras y Cactáceas, tianguis del libro usado”El Siglo de Torreón, 20 de febrero de 2003.
“AGUASCALIENTES LLEGA A UN CENTENAR DE SALAS DE LECTURA” 22 de julio del 2002, http://www.conaculta.gob.mx/estados/aguascalientes/julio22_01.html
“Lanzan cruzada para que el ex libris no desaparezca ''como forma de arte'' La jornada, 25 de Septiembre 2005
“El propósito del encuentro, poner a la ciudadanía frente a los ejemplares”La jornada, 12 de Octubre 2003
“BUCANEROS DE LA LETRA IMPRESA” La Jornada “7 de Diciembre 2004.
“Celebración por el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor en el DF ,Se debe leer por hábito personal y no con la idea de ''conseguir trofeos',La Jornada, 24 de Abril 2003.
“Bienaventurado el que lee”, La Jornada, 14 de Septiembre 2005.
“Los libros saldrán al paso de peatones en Reforma” El Universal ,Miércoles 07 de diciembre de 2005.
“Soslaya el gobierno el carácter estratégico de la rama editorial” la jornada Viernes 25 de noviembre de 2005
“Florecen los libros en la Cuauhtémoc”El Universal, 24 de Julio 2005.
“Tenderán un km con libros sobre el teatro” El Univeral, Jueves 17 de febrero 2005
“Adoptan proyecto del Libro Libre en Buenos Aires” , El Universal, 21 de Septiembre 2005
“Convenio UNAM-FCE para difusión de la cultura” La jornada, 18 de enero 2006-03-17
“Crisis en el mercado del libro por la sobreoferta de productos malos” La jornada, 30 de enero 2006.
“El problema del libro, en la oferta y la demanda “, La jornada, 30 de enero 2006
“Mayor énfasis este año para fomentar la lectura en la feria de Minería “ La Jornada, 10 de febrero 2006
“Acceder al libro necesita soluciones de fondo, ''no remedios folclóricos'' La jornada 12 de noviembre 2005
“Carta de despedida de un librero” El bibliomano , 11 de enero 2006
“Una librería de viejo en 2006” El biblomano, 4 de marzo 2006
“libros condenados” Jacques Bergier Plaza y Janés
“Librerías Castillo” El universal, 10 de enero 2006
http://www.cerlalc.org/dedl2/pdf/Mexico_lib.pdf?PHPSESSID=544e1c7187bf1be82b67901720adb2a9

Prefieren ver televisión que leer libros

Prefieren ver televisión que leer libros Imprimir
escrito por Susana Rodríguez
Sunday, 24 de May de 2009

En un sondeo hecho por La Jornada Aguascalientes entre los niños, aunque la mayoría manifestó un gusto total o mediano por la lectura, algunos prefirieron la televisión, otros dijeron muy claro que ambos y otros más titubearon para dar su respuesta final.

Los favoritos son los cuentos, pero aún así parece no haber una verdadera cultura de la lectura infantil.

Son diversas las instituciones que realizan tareas específicas para fomentar el hábito de la lectura entre los niños, ya sea con el maestro en el aula, en las bibliotecas o a través del programa de salas de lectura; sin embargo pareciera que hace falta fortalecer esas medidas y buscar vías alternativas para lograrlo.

Jaime Daniel tiene 10 años de edad y va en quinto de primaria. Dijo que le gusta poco leer y cuando lo hace, prefiere los cuentos. Sobre todo los de terror, según su mamá, donde también se incluyen algunas leyendas. Pero si le dieran a escoger entre un libro y la televisión, invariablemente elegiría la segunda opción.

Diego Esparza tiene ocho años; a él le gustan los libros que cuentan historias de dinosaurios y animales. No tanto cuentos, sino más bien de esos que lleva a la escuela porque a través de ellos reafirma los conocimientos impartidos en clases sobre lo que fue la tierra en la época que los dinosaurios la habitaban.

A Héctor Manuel Salas le gustan las historietas. Tiene nueve años y dijo que sí le gustaba leer, pero al momento de decir cuáles eran sus favoritos, le costó trabajo definirlo. Prefirió decir “no sé, creo que los cuentos”. Él también, sin lugar a dudas, elige la televisión por encima de la lectura de un libro.

Susana Escobar tiene nueve años. A ella le gusta leer cuentos y le gusta tanto la televisión, como los libros.

Ana Cecilia Andrade lee, sobre todo, historias de Aguascalientes. Su mamá reafirmó que le gusta y dijo que lee casi todo lo que se encuentra; ella tiene 14 años de edad y dijo tener la misma preferencia por leer que por ver la televisión.

Sandy Ruiz, de 10 años de edad, respondió sin rodeos que no le gusta leer, aunque no supo explicar las razones. Dijo que sólo repasa lo que le dejan en la escuela porque tiene que cumplir con su tarea.

Y, finalmente, Antonio Cortés dijo que a él le gustan los cuentos pero, como en los casos anteriores en su elección ganó la televisión.

En este tiempo, más que en otro momento, los niños requieren tener cercanía con el hábito de la lectura desde el interior de sus casas, porque tienen acceso a tantas nuevas tecnologías y tan variadas, que si no se fomenta este gusto ahora, después difícilmente se podrá intentar que lean por iniciativa propia.

Buscar nuevos públicos cautivos es la tarea para los escritores del público infantil y para los promotores, porque aunque seguramente a través de los programas ya establecidos tienen a un grupo de pequeños ya enganchados, hace falta darle la batalla a la televisión, si no para superarla, cuando menos para atraer la atención de las nuevas generaciones, quienes a su vez replicarán sus aficiones.



Fuente : http://lajornadaaguascalientes.com.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=2760&Itemid=8:testset

domingo, 24 de mayo de 2009

Libros y Librerías V, Junio 2007, Libreria Bibliofilia


La librería bibliofilia abrió sus puertas en enero del año 2000, en la calle del libro usado (Matamoros). De manera constante atiende a los conocedores, bibliofilos y curiosos en el mundo de los libros. En un espacio reducido hay un verdadero laberinto de tomos, entre sus estantes se encuentran joyas, textos universitarios y así también libros de ocasión, por lo regular hay que pedir ayuda para no naufragar en la búsqueda, pero los diminutos letreros guían el encuentro con el tema, autores o títulos. En esta librería uno puede escoger lecturas que van desde infantiles hasta primeras ediciones. Un visitante comentó con asombro –¡aquí hay libritos y librotes!-. Usualmente la mayoría de los asistentes se van con una impresión agradable después de entrar a esta cueva de la imaginación.
César comenta: para nosotros es importante la difusión del libro, librerías, bibliotecas, sus ferias y días de conmemoración, ya que estos permiten acercar la lectura a la sociedad, nos preocupamos por llevar ferias de libro a los colegios, municipios, universidades y centros de trabajo, ya que cuando un obrero compra un libro, este se auto capacita para mejorar la producción o su vida,; También un niño entra a la biblioteca, se abre todo un mundo para el. Hay libros para todo, es una lastima no tener todos los libros solicitados, los que tenemos los tratamos con aprecio, sí, con amor, con ese amor que implica el conocimiento humano, así como el deseo de superación.

Visitar bibliofilia no es difícil, esta se encuentra en la calle Matamoros norte 104 en el Centro Histórico.
Abierto de lunes a sábado 10:00 a 20:30 horas
domingo de 10:00 a 15:00 horas
Tel. (449) 9 18 69 22

viernes, 22 de mayo de 2009

Libreros y Librerías VI librería la letra


Librería la letra
Hace un año visité la ciudad de Aguascalientes con la idea de abrir una librería. Una donde el lector encuentre lo mismo libros nuevos, que de segunda mano, viejos, antiguos o de colección. Ordenados en los estantes por secciones de acuerdo con la materia que exponen. Además, con la idea – que cumplimos fielmente -, de darlos a precios bajos, como de acostumbra en las librerías de usado.
Aguascalientes tienen una población de nivel cultural más alto que en promedio de la república, casi treinta instituciones de educación superior.
Apenas acomodábamos los libros en la estantería cuando recibimos la visita de la Asociación de Libreros Anticuarios invitándonos a participar como socios. Frente a un templo de la ciudad hay un mercado sabatino de libros antiguos, que requiere ampliación para que todos tengamos presencia. Hay ferias repentinas de libro, muy interesantes.
Es una lastima que la calle ruidosa dificulte un recital de poesía o un concierto de guitarra, pero nuestro local de Madero 349 tenemos espacio para un público de unas 30 o 40 personas y es GRATUITO. Los exhibidores y las góndolas están preparadas para ello, como lo hacemos en la sucursal de León.
Tenemos en funcionamiento un sistema de puntos gratis que obsequiamos en todas las compras, y los ahorradores pueden adquirir con ellos libros de un fondo que no están a la venta, son exclusivos para los tenedores de puntos. Nuestro catalogo de existencias esta al día en la computadora. Pregunten al número 9 15 04 57.
Trabajamos con la finalidad de crear lectores, apoyar a universitarios y maestros. Todo lector, niño, escritor, ama de casa, encuentra siempre, algo para su provecho y esparcimiento.
A continuación , algunos párrafos y citas que demuestran nuestra forma de pensar.
Todo libro esta lleno de libros. no se puede escribir a partir de nada. Rulfo decía “nadie puede inventarlo todo“. Más encuentra el que más lee .¿Cuando comenzarás a escribir?. Si tienes algo que decir, hazlo por escrito. Dura más, llega a mas gente. Comunícate. (La letra)
“La lectura es una conversación con los hombre más ilustres de los siglos pasados“. Descartes.
Un hogar sin libros es como un cuerpo sin alma. Cicerón
El amor es la locura más lúcida que tiene el hombre. Andrés Honestrosa
Que la pasen bien.
Atentamente Juan Ascencio

Librería Termapolis

Librería Termapolis


En la calle Mariano Matamoros norte 106-b (Calle de libro usado), se encuentra la librería Termapolis, tomando el nombre en honor al Escritor Eduardo J. Correa creador de la obra "Viaje a Termapolis" publicada en 1938 por la editorial Andrés Botas, en México.

La libreria especializada, para nuestros tiempos, maneja materiales raros, escasos, libros agotados, así mismo libros que desean ser encontrados como tesoros, para aquello de lo llamado lectura, hombres interesados en el conocimiento y recurren al líbro como fuente documental.

La librería aparentemente tiene un caos, de ahí viene su orden, cuando usted entra al estanquillo cada libro llama a ser rescatado, a ser leído, ser ordenado. La librería nos recuerda lo primitivo de nuestro aparente desarrollo, el estado de sumisión en que los medios de comunicación nos mantienen, la Libertad se siente de manera espiritual, no eres bombardeado por musical con el mensanje oculto y sutil -¡compra, compra!- como en los supermercados, aqui eliges. El mercader de libros podrá hacer sugerencia si identifica tu interes en tema.

Termapolis tiene un promedio de libros modernos, para encontrar las joyas tiene que invertir tiempo, en urgar, remover, abrir cajas, platicar, habilitar mente y manos en la busqueda de lo que necesita ser encontrado, para esto tiene un horario de las 10:00 de la mañana a las 20:00 horas, de lunes a sábado, los domingos de 10:30 a 14 :00 horas.

Concepción Caldera nos cuenta un fragmento de su historia como mercader de viejo en el folleto libros y librerias 5, como trabajo con Mercurio Lopez en la calle Donceles, como llegó a Aguascalientes, para promocionar la lectura. Conny como le conocemos es fundadora de la Asociación de Libreros de Aguascalientes A.C.

César Gómez Diz
Asociación de Libros de Aguascalientes A. C.
Librería bibliofilia
http://termapolis.blogspot.com/

Libros y libreria IV, Mayo 2007, librería Termapolis



La librería TERMAPOLIS creada por Concepción Caldera “Coni”, es como los otros comercios de libros usados, donde la oportunidad y el buen precio nos permite encontrar libros raros, escasos, agotados y curiosidades.

Coni : el primer contacto con el libro en términos comerciales lo fui aprendiendo en la calle de Donceles en la Ciudad de México, trabajando con Mercurio López, sitio lleno de libreros interminables anegando mi espíritu de letras, posteriormente mi esposo tuvo una mercadería de libros en el Distrito Federal, la cual atendí por años, ahora los hijos van creciendo, así que decidí abrir una por cuenta propia.
El comienzo de esta empresa a principios de junio, fue ofertar el 50 por ciento de descuento sobre el precio marcado , para hacer atractiva la lectura y con la garantía de que los niños pueden tocar los libros con libertad. Las mamás debemos inculcar a nuestros hijos la lectura, como mujeres tenemos el papel importante en la familia, contribuir con la educación familiar, la lectura ayuda en mucho, por ejemplo: las tristezas de “la negra angustias” de Rojas González, “la triste historia de la Candida Erendida y su abuela desalmada” de Gabriel García Márquez, en fin, muchos libros por leer y pocas telenovelas buenas por ver, de esta manera los invito a pasar a hojear libros con historias maravillosas y paisajes de libertad que se encuentran en los estantes de la librería.

El horario de la librería es de 10:00 a 20:30 horas esto es de lunes a domingo, en la calle Matamoros norte #106, ahora conocida como la calle del libro usado, en el Centro Histórico. Aguascalientes

Como manejar la compra de libros

El anuncio compro libros ayuda atraer los clientes vendedores.

El Cliente llega a la librería, el mercader de libros tiene dos tipos de clientes ,uno compra, se le da más importancia el librovejero, pero nos ocupa hablar del cliente vendedor, sin él la librería no existe, nuestro principal generador de libros es la editorial a través de la librería de nuevo, el hoy vendedor adquiere sus ejemplares a un costo muy por encima de lo que se le pagará al momento de hacer una operación de compra venta; Recuerde que el 10% pagado (subjetivo del mercader) pensado en vender el material representa para el menos del 5% de lo pagado por su precio original en un aparador; El ser sensible a identificar cuando la gente requiere dinero para solucionar un apuro económico es vital para evitar un buen pleito, saber manejar la situación en ocasiones es hacerlo desistir de la venta a mercaderes de viejo y sugerir la venta entre particulares como opción de recurso monetario, sabemos que eso no pasara fácilmente y este cliente tiene varias opciones reales en para reflexionar , como ejemplos:1.- Tirar los libros, 2.- Regalar los libros, 3.- Guardar en cajas, 4.- Venderlos entre sus amigos(realmente difícil) 5.- Regresar al librovejero con la conciencia de reciclaje

Es fácil reconocer al cliente vendedor con el que no se llega al un negocio loable.
1.- Pregunta por teléfono por el costo de los libros que él tiene y usted también.
2.- El cliente vendedor llega a la librería anunciando tener unos libros mencionados días antes u horas.
3.- El cliente vendedor, usualmente alza la voz de manera domínate aún con clientes presentes, le dice a)le ofrezco libros muy buenos-,b)-libros muy caros-, c)-libros muy comerciales-, d)-libros con los que usted ganara-. e)-hará el negocio de sus vida con los libros que le traigo, f)-Mi abuelo dijo que eran caros-.(aunque no sean de el). g) – Me costaron mucho dinero-. h)-En Orta librería me pagan más
Lo mejor que debe usted es pensar, no va hacer un buen trato, recuerde recurrir pagar el 10% de el total de la venta al lector final, si usted se tienta corazón, por faldas, por historias de ancianitas viudas, chicas guapas, que por cierto después de venderle no regresarán, señores de apariencia prominente y prometen llegar con cajas de libros antiguos, es más le juran regalar una biblioteca completa. Ojo no lo crea, ver para creer y cada compra es única y diferente así sea la misma persona el vendedor; Si el cliente vendedor es su amigo, mejor hable con la verdad , compre al 10% o niegue comprar lo que no le conviene.

El cliente vendedor que le dice -ofrezca lo que sea- , usted mencionar la cantidad mínima o máxima a pagar y el aceptará, en caso de no, hacerlo usted no pierde nada.
Las consignaciones en libros usados nunca ha sido negocio en la librería de usado, tiene usted hacer ver cuantos años tiene que regresar por sus libros o dinero, el caso será el primero los libros y el pleito comenzará cuando los vea deteriorados por el polvo y tiempo.

En el momento de revisar los libros para comprar y esto sea en su local, prepare a sus amigos, toquen los libros, ni haga comentarios ni gesticulación alguna, recuérdele lo sagrado de la compra y si le interesa un libro al amigo, dígale que su silencio será recompensado con un buen descuento en libro de ese lote, aunque no se lo cumpla, porque una vez arruinando la compra no habrá lote.

Los clientes compradores en la librería, los abusivos se acercan y toman libros del lote, hacen comentarios, alusivos al costo, ediciones, joyas, grabados, en fin ellos transformados en mercaderes, lo arruinan, busque manera de alejarlos, dígale que tiene un libro en la bodega, por ahí en lo más recóndito del librero, lo mas alto o bajo, si de plano no se despega de la operación, en una distracción del cliente vendedor comente la cliente comprador tajantemente(enseñar lo dientes con espuma sirve), -no toque libros-, -ni diga nada de mi trabajo-; la frase es creatividad de usted, lastima no estamos en el áfrica una lanza es un buen recurso para atajar al depredador., Esto le ayuda a futuros dolores de cabeza.

El Cliente Vendedor en domicilio, es importante tratarlo con suma importancia, recuerde que no es su librería , ahora se encuentra en territorio ajeno, pero no olvide que es ahí donde en ocasiones se encuentran muchos libros a un costo ínfimo, ya que usted tiene que considerar el gasto de la transportación baja el coste de la compra, esto es cuando los ejemplares comunes, cuando se enfrenta a bibliotecas de libros antiguos, el cliente en ocasiones es heredero de la biblioteca, le interesa deshacerse de ella por varios motivos, 1.- No quiere recuerdos; 2.- No le interesan los libros; 3.- Necesita Dinero, 4.- Quiere que otra persona los lea. Recuerde la pasión por los libros y el dinero le pertenecen, las cosas llegarán a usted si la suerte lo permite, y la pauta la marca usted, no hay muchos libreros de viejo en los estados de la republica y los libros serán suyos. Usualmente la técnica común es preguntarle al Cliente Vendedor cuanto es lo deseado por él, si se ajusta a su presupuesto pague por el lote, o bien pida préstamo que le sea otorgado por un amigo o pacto de pagos al vendedor, muchos libreros recurren a pagar las bibliotecas en abonos. En caso de no lograr compra no se desanime; Las visitas frustradas terminan con una buena charla, a mucha gente le interesa tener una buena platica y más si es de un librovejero, El provecho de este tipo de visitas es causar una buena impresión, el cliente vendedor será su mejor recomendación, claro si usted es amable.

La revisión de libros, hacer con calma mientras es un montoncito y usted tiene el dominio del tiempo, hojearlos es necesario esto hace detectar defectos en los libros, como hojas en blanco, mal numeradas, faltantes, hojas rotas, rayadas; conocer los papeles al tacto, rugosos, suaves, satinados, etcétera; al revisar muchos llegas a identificar si tiene objetos aun cerrado el libro, hay hojas rotas, separadores, recuerdos fotos, cartas de amor , florerillas, mariposas, en fin una vez halle una bala 22.

El olor siempre ayuda a identificar la sanidad de el ejemplar o la biblioteca a comprar, evitar olores húmedos, a menos que sean libros del siglos XIX, XVIII , XVII etcétera, los olores ayudan a identificar si contiene hongos, peces de plata, polilla, cucarachas, orines de diferentes animales, orines humanos, perfumes de los dueños, animales agresores al libro. Los libros con parásitos se pueden eliminar, pero no los introduzca dentro de la librería hasta que sanos repare. El daño provocado en ocasiones es irreversible, pero si es un libro antiguo vale la pena conservarlo.

El texto anterior será corregido con el tiempo.

10 cosas que el librero no debe hacer

Las cosas que el letravejero no debe hacer
1.- No decirle al Cliente Vendedor que sus libros no valen.
2.- No comprar libros a menores de edad.
3:- No comprar libros con sellos de bibliotecas instituciones oficiales, SEP , CONACULTA, etcétera.
5.- Si identifica o duda la procedencia legal de los libros no los compre.
6.- No compre otros objetos diversos ofrecidos , como libreros, tele, sartenes, etcétera, no es bazar.
7.- No juegue ajedrez en el local.
8.-No compre libros a personas en estado de ebriedad.
9.-No venda libros que no a pagado.
10.-No compre libros pirata.

Librerías de Viejo

Texto: Felipe Solís

Para todos aquellos que sufrimos la desmesurada fiebre por la compra y el coleccionismo de libros, la vetusta ciudad de México ha sido un verdadero paraíso por la abundancia y variedad de negocios dedicados a la venta de libros usados, los cuales tienen en ocasiones una procedencia oscura e inenarrable; en ellos se entretejen historias que esconden pleitos de herencia, robos, angustias económicas y otras mucha anécdotas, que dan por resultado el que nuestros viejos amigos, los libros de segunda mano, aparezcan en el mercado una y otra vez.

Ya con anterioridad algunos estudiosos han hecho importantes publicaciones como Ia de Libros y libreros en Ia ciudad de México que nos relata especialmente Ia empresa de editar y vender estos vehículos de cultura, especialmente en Ia época colonial; así también, hay quien nos describe a los libreros anticuarios, Ia categoría más alta y sofisticada de los comerciantes de libros de segunda mano, quienes por sus conocimientos y especialización se dedican al tráfico de ediciones raras y valiosas que alcanzan precios estratosféricos.

Pero en esta ocasión centraremos nuestra atención en los sencillos vendedores de libros usados, de viejo o de segunda mano, los que con orgullo y dedicación, diariamente o en Ias ventas semanales y dominicales, ofrecen toda su mercancía a los curiosos e interesados.

Nuestra experiencia personal se remonta a mediados de este siglo, cuando existían en Ia ciudad de México numerosos vendedores de libros usados que tenían su ubicación especialmente en el Centro Histórico; algunos de ellos nos relatan cómo sus antecesores ejercían su oficio en el desaparecido Mercado deI exVolador, en el espacio que hoy ocupa el edificio de Ia Suprema Corte de Justicia, adonde los había trasladado el gobierno de Ia ciudad, después que desapareciera el terrible Parían que afeaba la Plaza Mayor de Ia urbe.

Fue don Fernando Rodríguez-presidente por años de Ia unión de libreros-, que tenía su negocio en una vivienda de Ia calle de Mesones núm. 129, en una extraordinaria vecindad deI siglo XVIII, quien nos introdujo en el fascinante mundo del libro de segunda mano. ÉI nos fue guiando sobre el significado de Ias "primeras ediciones", de Ias "ediciones numeradas", de los empastados en cuero con dorados y repujados; fue también quien nos mostró aquellas joyas que tenían Ia dedicatoria deI autor o los que conservaban los exLibris de algunos de sus dueños anteriores. Los diálogos conformaron un curso que duró varios años, y durante él aprendimos Ias cosas básicas y más importantes que debe saber todo buen coleccionista de libros que, al final de cuentas, termina por ser un apasionado buscador de ediciones de todos los tiempos.

Por aquellos años, los recorridos incluían, durante Ia semana, además deI local de don Fernando, Ia visita a Ia antigua librería deI exVolador y junto a ésta Ia deI señor Navarro, ambas ubicadas en Ia calle de Seminario; en sus vitrinas siempre se localizaban maravillosas ediciones de arte accesibles para el público en general. Con el señor Navarro, lo interesante consistía en transponer los escaparates de su negocio. En sus bodegas, con una enorme dedicación, este personaje tenía minares de publicaciones sabiamente ordenadas alfabéticamente o por tema; su conocimiento de Ias ediciones no tenía límite; como buen especialista, en cada una de Ias publicaciones anotaba a mano características e importancia de Ias mismas.

Otro lugar que no podía faltar era el local deI licenciado Francisco Álvarez Orihuela, quien ofrecía un rico fondo bibliográfico especializado en arqueología e historia de México, destacando Ias ediciones clásicas, como Ias de Covarrubias, Caso, Bernal y otros pilares de nuestra especialidad. En Ia calle de República de Venezuela, don Modesto Caamaño tenía además publicaciones periódicas de todo género, ofrecía mapas y cartas geográficas de magnífica calidad como las de la Comisión Geográfica Exploradora de México. En su librería, los sábados en las tardes se organizaban tertulias en las que se hablaba de todo género de información, tanto deportiva como bibliográfica.

De camino al establecimiento del señor Vélez, que por algún tiempo estuvo casi enfrente de la antigua Cámara de Diputados en la calle de Allende y que después se pasó a República de Cuba, era obligado visitar primero la librería de “La Historia”, y cerca de ahí la que fuera de don Ángel Pola, que si bien no se dedicaba a los libros usados, como originalmente editara a los autores liberales deI siglo XIX, constituía un maravilloso establecimiento frente a Ia Plaza de Santo Domingo; todos sus libreros y anaqueles fueron construidos ex profeso en aquella centuria, con entaIladuras magníficas; debe decirse que como de plano su mercancía ya no tenía demanda de actualidad y el vendedor era deI tiempo de Ias ediciones, casi uno podría pensar que todo lo que ahí se vendía era de viejo.

Así, para culminar Ia aventura en búsqueda de nuevos trofeos para nuestra acariciada colección, era obligada Ia visita a Ia librería "Los Clásicos", negocio de don Amado Vélez, quien acompañado de sus hijos daba atención esmerada a su público cada vez más familiar, ya que a quien se convertía en cliente consuetudinario, además de encontrar siempre algo que adquirir por su rareza e importancia, le despertaba el deseo por descifrar el significado de Ias claves en letras y números mar cados por ellos al final de los libros, y que contenían el precio mínimo al que podía llegar el comprador en el obligado regateo por Ia mercancía.

Tanto don Amado como Toño, ofrecían gran variedad en ediciones y temas, de tal manera que médicos, abogados, botánicos, geógrafos, historiadores y toda Ia fauna de afanosos buscadores y curiosos encontraban en este local publicaciones que satisfacían hasta al más ampuloso de los demandantes. Con los Vélez, nuestra biblioteca creció notablemente, ya que en los lejanos años sesenta, había libros en mesas que valían desde un peso -de aquellos que sí valían. Cuando se trataba de joyas bibliográficas debía entablarse un sabroso regateo que concluía siempre con Ia obtención de una preciada pieza de colección.

Naturalmente que quien no tuviera el tiempo y Ia dedicación necesaria para hacer el devoto recorrido por Ias librerías que hemos mencionado, así como por muchas otras que existían entonces -como Ia Otelo en Puente de Alvarado-, debía esperar al domingo para acudir festivamente al gran mercado de La Lagunilla, en donde existía, y por fortuna existe en nuestros días, una sección especial dedicada a Ia venta de libros. Hasta Ia década de los años ochenta, muy destacados libreros de viejo tenían su puesto en este mercado dominical, desde los ya mayores como don Fernando Rodríguez y don Ubaldo López hasta los jóvenes vendedores, quienes ofrecían lo más granado de su mercancía a conocedores y aficionados.

Ahí vimos y conocimos afamados bibliómanos como el doctor Ignacio Bernal, quien enfrentaba verdaderas batallas verbales hasta lograr que el vendedor dejara el libro anhelado en un precio sensato; conocimos por primera vez al vehemente coleccionista de libros y otras chucherías, Carlos Monsiváis; Guillermo Tovar era aún un chiquillo cuando ya compraba sus libros en La Lagunilla. Muchas eran Ias caras conocidas que recorrían afanosamente Ios diferentes puestos de este mercado dominguero, y quienes con satisfacción encontraban alguna de Ias joyas por años esperada y que al final de cuentas pasaría a formar parte de sus bibliotecas. Hay que decir con franqueza que en eI pasado, practicar eI delicioso arte de Ia compra de Iibros antiguos era una actividad que podían realizar hasta los estudiantes de escasos recursos, ya que Ios precios eran razonables, además de que, en efecto, tanto Ias Iibrerías de usado como Ios puestos de La Lagunilla soIían ser auténticos paraísos donde Ios bibliómanos, Ios aficionados, Ios recién contagiados del virus deI coleccionismo, así como dos o tres despistados podían descubrir tesoros de Ia bibliografía mexicana e internacional, joyas de edición rara y curiosa o simplemente ediciones agotadas.

Hoy día, por fortuna, Ia ciudad de México sigue siendo un campo fértil para el negocio de los libros de segunda mano. Si bien muchas librerías han desaparecido y viejos amigos han emprendido el obligado camino de Ia oscuridad que marca el fin de nuestros días, es cierto también que los descendientes de estos libreros continúan con el negocio, y para comprobarlo simplemente hay que recorrer uno de los tramos de Ia calle de Donceles, donde los hermanos López Casillas poseen importantes negocios con mercancía de toda calidad, al igual que Ia calle de Cuba, en donde Toño Vélez se encarga ahora de "Los Clásicos”.

Debe mencionarse, además, que con el tiempo, algunas librerías de segunda mano han rebasado los límites del Centro Histórico; así, en diversas colonias como Santa Maria Ia Rivera, Ia Roma y aun en Ia lejana Calzada de Tlalpan, existen locales que ofrecen Ia preciada mercancía; igualmente surgen nuevos libreros anticuarios, como don Enrique Fuentes Castilla de Ia librería Madero, que eligen aquellas piezas de colección y saben procurarse una distinguida clientela que aprecia en lo que vale esta casta de conocedores de tan especializada actividad: Ia venta de Ias joyas bibliográficas.

Fuente: México en el Tiempo No. 11 febrero-marzo 1996
Fuente y referencia http://www.mexicodesconocido.com.mx/notas/5336-Librer%EDas-de-viejo

Libros raros de Yucatan

En el libro 20 años de Libros de Fortino de Ibarra de Anda hay un capitulo sobre libros raros, en ese capitulo coinciden libros de Yucatan

LIBROS RAROS DE MÉXICO
Según algunos libreros.

“UN MEJICANO”.- ELPECADO DE ADAN. Poema. Doce jornadas en doce cantos, con notas alusivas a la independencia mejicana en general, y relativamente a esta peninsula de Yucatan.- Lorenzo Seguí. Mérida, 1838-205 mm 2 h 262pp,. Por Pedro de Almeida.

“COMPENDIO DE HISTORIA DE YUCATAN, PRECEDIDO DEL DE SU GEOGRAFIA” por Crescencio Carrillo y Ancona.

“ EL OBISPADO DE YUCATAN.- HISTORIA DE SU FUNDACION Y SUS OBISPOD DESDE EL SIGLO XVI HASTA EL XIX. SEGUIDA DE LAS CONSTITUCIONES SINODALES DE LA DIOCESIS Y DE OTROS DOCUMNETOS” por Crescencio Carrillo y Ancona 154 mm. 432 pp. Imprenta Espinosa, Merida , 1871 (Primera edición)

“DICCIONARIO HISTORICO GEOGRAFICO Y MONUMENTAL DE YUCATAN DESDE LA CONQUISTA HASTA EL ULTIMO AÑO DE LA DOMINACION ESPAÑOLA EN EL PAIS”, por Gerónimo Castillo , un tomo de la A, a la E Imprenta Castillo, Merida, 1866, 210 mm. 315 pp.
“DOCTRINA DE LOS INDIOS DE YUCATAN.- PUEBLOS QUE LES CORRESPONDIAN, TITULARES O PATRONOS DE SUS IGLESIAS Y ERAN ADMINISTRADOS POR RELIGIOSOS FRANCISCANOS O CLERIGOS DEL OBISPADO (Siglos XVI) 7pp,. Con ENCOMIENDAS Y ENCOMENDEEROS DE YUCATAN A MEDIADOS DEL SIGLO XVI 4 pp,. Con PUEBLOS DE INDIOS DE YUCATAN 3 pp.

“HENEQUEN”.- Reglamento de la Compañia para el cultivo y beneficio del henequen. Meérida de Yucatán. Oficina de El Sol, encargada a José Atanasio Ortiz, 1830, 200 mm 19., pp

“LA VERDAD SOBRE LOS SUCESOS DE VALLADOLID” , por Alfonso E Lopez y Alonso L. Ituarte. Estudio e Información con ilustraciones y acopio de antecedente y detalles. 73., 260 mm. Imprenta calle 62, Mérida 1910.

“PLNAO TOPOGRAFICO DE LA CIUDAD DE MERIDA”.- Levantado con arreglo a las instrucciones del excemo. Sr. Comisario Imperial de la Península de Yucatan, José Salazar Llaregui, 860 x 1,110 mm.Gratí, París, 1864-65.

“EL GRITO DE CAMPECHE CONTRA LA ARBITRARIEDAD O MANIFIESTO DE LAS DEPREDACIONES , VICIOS Y EXCESOS DEL GUARDA MAYOR DE HACIENDA PUBLICA DE CAMPECHE DON FRANCISICO TARRAZO Y DE LA CONDUCTA MANISTERIAL QUE OBSERVO LA INTENDENCIA DE YUCATAN EN LACUASA CRIMINAL QUE A INSTANCIAS DEL SINDICO PROCURADOR GENERAL DE AQUELLA CIUDAD D. EMERITO BALLIUS Y COPONS SE FORMO CONTRA AQUEL FUNCIONARIO.- POR UN AMIGO de la Verdad y de la justicia, Méridad, año de 1814. Oficina Patriotica y liberal de D. Francisco Bates, 200mm., 65 pp.

“ALBUM YUCATECO”, Por U. A. Moriconi, primert tomo 190 mm. 64 pp.

*Nota del escriba, Esta bibliografía es considerada rara para el año de 1956 , año en que se publicó “20 años de libros”, de Fortino de Ibarra de Anda.

jueves, 21 de mayo de 2009

Breve manual para robar libros y no sentir remordimiento

Una de las tantas gratificaciones que la Galería de Objetos Encontrados nos da a diario es la ventaja de traspasar fronteras y conocer personas - fantásticas personas - que, al igual que nosotros, tienen la misma pasión por los libros.

Tenemos el gusto de presentar al escritor mexicano Moisés Robles Cruz, quien gentilmente ha compartido su exquisito trabajo con nocotros.

BREVE MANUAL PARA ROBAR LIBROS Y NO SENTIR REMORDIMIENTO

Moisés Robles Cruz

A Don Ventura López, q.e.p.d.

A Clarisa Toledo Luis.

La mañana del viernes 3 de abril de 1993, como prestador de servicio social del Juzgado Segundo de lo Civil en el distrito judicial del centro, me tocó auxiliar al Actuario de la mesa de asuntos pares para llevar a cabo un embargo en el Juicio Ejecutivo Mercantil 344/93. A las nueve en punto pasó por nosotros el abogado que llevaba el caso, recién bañado. Nos subimos a una camioneta que había estacionado en doble fila frente a las puertas del Juzgado.

Ser prestador de servicio social en un juzgado lleva las de perder cuando se trata de cargar, coser expedientes, ir a traer o dejar cosas. El actuario sacó de la gaveta el expediente, tomó su código, hojas blancas, papel carbón y me pidió cargar la máquina de escribir, una Olimpia de tapa blanca que pesaba casi 10 kilos y que ahora debe estar vendida como hierro viejo.

En la cabina de la camioneta, el abogado que litigaba el asunto ofreció llevarnos a comer unas carnitas a Zaachila si terminábamos temprano el embargo. El actuario con su cara regordeta volteó a verme y sonrió haciéndome un guiño. Promesa de por medio, nos perfilamos hasta una casa ubicada al fondo de una vecindad en el centro histórico, desde donde se veían los campanarios de Santo Domingo.

Hecho el trámite el Código de Comercio y la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito establecen para estos penosos casos, “constituido legalmente en el domicilio que se señala como de la parte demandada, y requerido que fue el deudor del pago que por concepto de tá tá tá…” se procedió a trabar formal embargo sobre bienes que bastaran para garantizar las prestaciones reclamadas, como no se encontraba en la ciudad el deudor, según informó quién dijo ser su sobrina, el Actuario al entrar al domicilio procedió a señalar los bienes objeto del embargo, vio un refrigerador destartalado, una estufa repleta de platos sucios y tazas con residuos de café, la casa era un cuchitril, un chaislone mugroso constituía toda la sala; no había nada digno de embargarse.

Al final del pasillo había una puerta cerrada, la sobrina dijo que ahí no podíamos entrar porque ese cuarto tenía llave, realmente no tenía llave, solamente estaba atrancada; al abrirla descubrimos que era una señora biblioteca, libros por todos lados, en las cuatro paredes, de extremo a extremo, desde el suelo casi hasta el techo, sobre banquitos, apilados en dos viejas sillas y en medio de tantos libros y un verdadero desorden, sobre una mesa de madera sólo había un pequeño espacio donde había hojas sueltas, apuntes y una maquinita Olivetti, de esas portátiles que venían en su estuche (para mí, que era quien las cargaba, todas las máquinas de escribir eran portátiles) a pesar de los ruegos de la sobrina para que no tocáramos ningún libro de la biblioteca, el Actuario dijo que con todos esos libros se garantizaba el pago del adeudo y sin hacerle caso a la muchacha me continuó dictando el acta y yo seguí escribiendo. portapapeles04Los dos cargadores, el mismo abogado litigante, el Actuario (a quien el abogado lo llamaba siempre “lic”) y yo empezamos a bajar los libros de los estantes y cargarlos hasta la camioneta.

Por mis manos de estudiante pasaron libros de todo tipo y diferentes editoriales, colecciones, enciclopedias, diccionarios… recuerdo que el Actuario me decía “a ver muchacho, bájame esos libros que están ahí a tu lado, esos grandotes colorados” (como si fueran mangos o ciruelas que se bajan de un árbol) se refería a la colección original de 1888 de “México a través de los Siglos”; “Ayúdame a cargar estos verdecitos de pasta roñosa” (era la colección completa de los Clásicos editada por Grolier) “Estos chiquitos yo creo que los dejamos lic, no han de valer mucho, son de puras caricaturas” (se refería a los libros de Rius).

Recuerdo haber tenido, durante las casi 5 horas que duró la diligencia, libros que iban desde Emecé, Siglo XXI, Porrúa, Lumen, Editores Unidos Mexicanos, Planeta, Fondo de Cultura, toda la biblioteca breve de Seix Barral, Ediciones de Cultura Popular, Espartaco, Jus, Grijalva, Era, colección Austral y la famosa BAC, hasta libros viejos que venían de la librería del Señor San Germán y Julián S. Soto en el Oaxaca del siglo XIX, pasando por las ya desaparecidas ediciones Botas, Dante quincenal y Sepsetentas.

Casi al terminar, el abogado litigante, empapado en sudor se me acercó y en voz baja me dijo: “órale mi lic, chínguese un libro, mire, aquí encontré éste que le puede servir para la carrera” era una edición reciente de “El abogado del diablo”, que no se lee ni por equivocación en la facultad de Derecho.

Nunca supe bien quién era el demandante en el juicio ni quién era el dueño de tantos libros, ignoro por qué no pagó la deuda o por qué nunca acudió a defenderse en el juzgado, sólo recuerdo que al final, cuando ya quedaban pocos libros y los estantes estaban casi vacíos, noté que las hojas que al principio estaban sobre la mesa, ahora estaban regadas en el suelo, levanté este pequeño legajo que en su hoja frontal decía “breve manual para robar libros y no sentir remordimiento” lo que llamó mi atención y me hizo tomarlo antes de salir, bañado de polvo, rumbo a mis clases vespertinas en la facultad.

Hace poco, en un cambio de casa encontré este documento dentro de una caja donde guardo diversos papeles que aún conservo de mi época universitaria. Por si llegara a ser útil a alguien que leyere esto, aquí lo transcribo tal cual:

“BREVE MANUAL PARA ROBAR LIBROS Y NO SENTIR REMORDIMIENTO.

I.- ¿POR QUÉ ROBAR UN LIBRO?

(Parte deontológica en el fino arte del hurto a las librerías)

Un libro es como un hijo para quién lo ha escrito, el autor siempre se queja que cuando alguien roba su libro y no lo compra, él está perdiendo, pero desde el momento en que lo saca a la calle y lo pone a la venta, ese vínculo de consanguinidad literaria se rompe ¿Cómo puede alguien vender un hijo y rebajarlo con un descuento para lograr que se lo lleven? El libro es de quien lo lee, así sea transitorio y fugaz este elemental acto. La posesión bibliográfica es un derecho que legitima la forma en que se obtiene.

Nunca se debe robar un libro si no es para leerlo y darle una utilidad intelectual. Eso es lo que hace la diferencia entre un ladrón vulgar y un ladrón de libros. Aquel es visto con morbo por la sociedad en la nota roja de los periódicos cuando es atrapado por la policía, éste es juzgado exclusivamente por la historia.

Un ladrón de libros siempre es culto. Por eso el primer reto es saber qué libro robar. Nunca se deben escoger por ser los más fáciles o los más pequeños, porque estén a la mano o porque tengan el precio más caro, no, entre el libro y quien lo roba debe existir una relación directa e inequívoca de necesidad: Una necesidad académica (para preparar un examen o aprobar un curso), una necesidad intelectual (para tener derecho a participar en una tertulia, en una buena conversación, en un debate escolar), una necesidad emocional (hay libros, como las mujeres, que desde la primera vez que los miras te llaman la atención) o bien una necesidad sentimental (para poder ganarse el beso impoluto de la mujer pretendida) aunque esto sólo se aplica en los libros de poesía.

De ahí que lo peor que le pueda ocurrir a una librería es ser visitada frecuentemente por un joven, escaso de dinero, basto de emociones y con unas ganas inmensas de amar y leer.

Hay un código no escrito que tuvo auge en la primera mitad del Siglo XX, establece que no hay que sustraer ningún libro de aquellas librerías que acaban de abrir sus puertas, por lo menos en los primeros doce meses en tanto recupera el capital invertido; a esa acción se le conoce en el argot de los ladrones de libros como “año de gracia”. Por el contrario, cuando las librerías cumplen una década, cincuentenario, centenario, sesquicentenario o celebran cualquier jubileo, sus libros son cotizados altamente en este ambiente.

Ese código también establece: Nunca robes un libro de texto gratuito ni te burles de un librero cuyo negocio has visitado varias veces. Nunca platiques tus actividades después de 10 años. Nunca robes por encargo. Nunca robes un segundo libro si no has acabado de leer el primero.

II.- ¿CÓMO ROBAR UN LIBRO?

a) SOLITARIAMENTE.- Son tres las palabras que la escuela clásica recomienda tener presente a los iniciados en esta materia: serenidad, prudencia y habilidad. Aunque hay una corriente contemporánea (conocida como escuela urbana o escuela del profesor Enrique) que añade un cuarto elemento: Cinismo. Lo cierto es que más de un neófito que no ha tomado en cuenta estos puntos, ha ido a parar a la Comisaría. El ladrón de libros debe ser superior siempre a los ojos del policía, de la persona que atiende tras el mostrador, de la cajera, e incluso de las cámaras filmadoras. Desde el momento en que entra a la librería y sabe su propósito, debe saberse superior psicológicamente a todos los que están dentro.

Nunca se debe robar en la primera vez que se visita una librería. Si se logra hacer es suerte, no es técnica, y un buen ladrón de libros no depende del azar.

La “naturalidad” que muchos llaman “sangre fría” es una cualidad genética que no se aprende robando libros de teatro o de política para leerlos; sin embargo controlar los nervios cuando se está frente al dueño del establecimiento o al pasar junto al policía también es una cuestión de disciplina mental.

b) EN CONJUNTO.- El hurto organizado es válido pero demerita mucho la obtención natural del libro. Un buen ladrón, aún en sus peores épocas de estudiante, nunca robará acompañado.

Si se recurre a este método, uno hará el trabajo y el otro servirá como señuelo o “factor de distracción”. Sólo se requiere de coordinación y adoctrinamiento previo, sobretodo cuando uno de los dos que participan está en su camino iniciático y siente “pánico escénico” o se le nota obnubilado. Portando la ropa adecuada, un libro puede ser ocultado en 2 segundos, de acuerdo al estándar internacional aprobado allá por la década de los sesenta.

En cuanto a jurisdicción o competencia, afortunadamente las librerías no son territorio de nadie y el libro es de quien llega primero a él.

III.- ¿DÓNDE ROBAR UN LIBRO?

a) LIBRERÍAS.- Son los lugares idóneos. Toda librería tiene siempre un “lado débil” o “punto ciego”, en las primeras incursiones se debe encontrar este “punto ciego” y lo demás es cuestión de seguir el procedimiento. Cuando el librero está a la ofensiva y tiene experiencia en el contra ataque, pondrá un rincón aparentemente no vigilado, a manera de trampa o “caza-bobos” para que el novato sea presa de su propia inexperiencia.

Es necesario, para “legitimar” la constante presencia en las librerías y no despertar sospechas entre los empleados, adquirir de vez en cuando un ejemplar, siempre de bajo costo. La antigua recomendación que daban los grandes maestros es a razón de un libro comprado por cada cinco libros robados. Esta proporción nunca fue aceptada por las siguientes generaciones.

b) BIBLIOTECAS DE AMIGOS, PARIENTES Y CONOCIDOS.- Lo difícil aquí es encontrar alguien que tenga una biblioteca con buenos libros. Generalmente se les da por comprar sólo enciclopedias y colecciones de mal gusto que nunca leen. Como dijo Emilio Abreu Gómez, gran maestre de la Orden de Visitadores Nocturnos de Bibliotecas, a su paso por las aulas de la Escuela Nacional Preparatoria: “El mundo está lleno de libros malos que parecen buenos”. En el caso de las bibliotecas que tienen en su despacho los abogados, generalmente están llenas de libros que compraron durante su carrera y que nunca vuelven a consultar, de tomos de jurisprudencia y leyes que no siempre están actualizadas.

c) BIBLIOTECAS PÚBLICAS.- Aunque pareciere la excepción de la regla, las bibliotecas públicas requieren de un minucioso examen previo, no tanto por las medidas de seguridad (que siempre son deficientes en todos los edificios del gobierno) sino para justipreciar la verdadera necesidad de sustraer el libro. Cuando un buen libro nunca es consultado por los usuarios y permanece como invitado desconocido en los libreros, está pidiendo a gritos que se lo lleven. Un libro fallece cuando permanece estático como simple adorno.

d) FERIAS DE LIBROS.- Cuando raramente se organiza una buena feria, se deberá aprovechar las horas de mayor concurrencia, utilizando por lo general la técnica del “deslizamiento de mano” que por no ser visual, confunde a los que vigilan y facilita la tarea. El desorden natural en la organización de todas las ferias de libros en México, genera las condiciones óptimas para incrementar el haber. Un librero siempre perderá ante una multitud que pide, pregunta, hojea, toca y compra al mismo tiempo.

IV.- ¿CUÁNDO HAY QUE DEJAR DE ROBAR?

La teoría y los viejos cánones señalan que en el fin de la carrera está la consagración, es decir, todo buen ladrón de libros se retira cuando ya percibe un ingreso que le permite comprar una obra, o cuando no teniéndolo aún, ya no siente la necesidad de que se habló en el punto uno de este documento.

A lo largo de la historia se ha visto que esto no siempre es posible, porque hay algo que no tiene que ver con el ingreso económico. La necesidad de robar se puede volver una adicción y eso siempre genera problemas. Un buen ladrón de libros no se junta con un bibliocleptómano, pero es su deber ayudarlo en su readaptación, si fuere requerido para ello. Se sabe que a la fecha se han readaptado profesores, escritores, investigadores, jueces y abogados que hoy gozan de prestigio en su profesión, y que antaño fueron jóvenes talentos en el latrocinio a librerías.

Cabe señalar, aunque no venga al caso, que un ladrón de libros no es amigo de aquellos que piden prestado un libro y dolosamente no lo devuelven. Esa manera de adquirir libros es mal vista en este ambiente. No devolver un libro que se pide o se ofrece es un absurdo que pone en evidencia al que abusa de la confianza.

V.- ¿CÓMO CURARSE DE LA BIBLIOCLEPTOMANÍA?

Robar libros nunca debe confundirse como un entretenimiento, una prueba de valor personal, un negocio o motivo de apuesta. Provocado por una necesidad intrínseca, se convierte en arte, nunca en enfermedad. Cuando una persona no puede contener su impulso de hacerse de libros, debe curarse, sometiéndose a un tratamiento de acuerdo a los siguientes pasos:”

Hasta aquí termina el documento que tengo, no sé si la siguiente hoja se perdió en aquel embargo o nunca fue escrita por ese autor anónimo, lo cierto es que me hubiera gustado leer la continuación para conocer las etapas de ese tratamiento encaminado a exorcizar a los bibliocleptómanos que, quizás, deambulan hoy todavía por las calles de la Verde Antequera, hambrientos más de libros que de pan y de besos.



La mañana de un domingo de hace algunos meses, leyendo la nota roja del periódico mientras hacía mis necesidades fisiológicas, me enteré de la detención de un sujeto que sustrajo 8 libros de céntrica librería y echó a correr con ellos, siendo alcanzado por los propios empleados del negocio cuatro cuadras adelante y puesto a disposición de unos policías que pasaban en ese momento. La nota, que aún conservo para su análisis, se titula “Ladrón, pero con cultura”.

La fotografía del vulgar e inculto ladrón (ver foto) me hizo recordar el “Breve Manual…” que encontré en el embargo de aquellos años de estudiante, por cuya segunda parte me habían preguntado intrigados mis hermanos y algunos amigos que lo habían leído, incluso, unos llegaron a pensar que yo lo había inventado; motivado por este bochornoso acontecimiento que desprestigia este fino arte, me di a la difícil tarea de investigar en manos de quién había quedado aquel lote de libros que se había embargado, porque sabía que encontrándolos, con mucha suerte era posible hallar la otra parte del Manual.

Así pues, antes de levantarme, ya tenía aprobado mi protocolo de investigación.

Después de un lento e intenso recorrido por el laberinto kafkiano de la burocracia local, que incluye largas filas, siestas intermitentes en la sala de espera de los funcionarios, llamadas telefónicas, escritos “con copia para”, y cuyos pormenores no viene al caso contar, pero que tampoco se lo deseo a nadie (ni al más vulgar de los ladrones) me encontré con que, contrariamente a lo que pensaba, los libros no habían sido adjudicados en remate público y tampoco se habían asignado en depositaría, así que teóricamente los libros deberían estar en alguna bodega.

¿Qué por qué no se me ocurrió ir a investigar en la casa donde fue el embargo? Claro, fue lo primero que hice, pero no tuve suerte; encontré la vecindad con cierta facilidad y al fondo la casa donde yo recordaba que se había llevado a cabo la diligencia, en la cual, después de llamar cuatro o cinco veces a una vieja puerta de madera, entreabrió una abuelita, asomando únicamente parte de su cara, sin responder a mi saludo miró con detenimiento el portafolios que yo llevaba en la mano derecha, y me dijo “¿qué no sabe usted leer?” señalándome con un movimiento de cabeza su ventana, tras cuyo cristal estaba colocado un letrero tostado por el sol que decía: “Este hogar es católico, no admitimos propaganda protestante”

Heme pues ahí, semanas después de haber iniciado mi búsqueda, con la autorización original en mano, a las puertas de un edificio con cara de almacén y cuerpo de nave industrial. Después de la identificación respectiva y previa anotación en una libreta, el agente de la Policía Auxiliar que custodiaba el edificio, me dio su bendición y me permitió el paso a unas enormes galeras húmedas donde había cientos de colchones, camas viejas, refrigeradores, reproductores Beta y VHS, aparatos de sonido conocidos en otro tiempo como “modulares”, trofeos de fútbol despintados, televisores enormes, enfriadores de agua, carriolas, cabezas de venado disecadas, tanques de gas y un sin fin de objetos usados que en los remates mensuales nunca tuvieron postor.

Después de unas horas encontré por fin lo que quedaba de aquella biblioteca embargada 16 años atrás. El cuadro era archivísticamente dantesco (bibliófilamente tétrico): libros desbaratados y amontonados a ras del piso, colecciones revueltas, pastas sueltas, hojas tiradas; era una tumba zapoteca saqueada, eran libros expulsados del paraíso donde una vez estuvieron formados y que ahora sufrían la oscura soledad del purgatorio. Mi labor a lo largo de las siguientes dos semanas, incluyendo sábados y domingos, fue descender hasta el octavo círculo de ese pequeño infierno y tratar de armar el rompecabezas, limpiar, ordenar, apilar y hasta remendar con cinta canela, todo era parte de una búsqueda místico-frenética por encontrar la parte restante del Manual.

Cuando empezaba a darme por vencido y mi paciencia franciscana estaba en sus últimas, aparecieron de pronto entre las hojas de un libro de poesía y prosa del gran Alejandro Gómez Arias, un documento escrito con la misma máquina y el mismo tipo de hoja, amarilla muy delgada, en la que se había escrito el Manual, lo que provocó que intensificara mis pesquisas. Después aparecieron otros documentos similares, no me había equivocado, estaba en la dirección correcta.

En fin, para no hacer el cuento más largo, me concreto ahora a transcribir esta segunda parte que encontré, formada por dos hojitas dobladas a la mitad, dentro de las páginas de un libro que hoy tengo como recuerdo en mi oficina:

“1er PASO. Identificación del enfermo- Es aquel que no respeta los devocionarios de su abuelita, la Biblia abierta que se queda entre misa y misa sobre el atril de la iglesia, ni el librero de su mejor amigo. Ha perdido de vista el fin moral de la lectura.

2º PASO. Aceptación de culpa.- El bibliópata debe aceptar su enfermedad y estar dispuesto a su rehabilitación. A los ojos de su biblioterapeuta, él tiene un padecimiento hasta en tanto no demuestre lo contrario.

PASO. Aislamiento riguroso.- El paciente debe ser aislado de cualquier contacto con librerías, bibliotecas, puestos de periódicos e incluso de los cafés que exhiben revistas para los comensales. Un bibliópata desenfrenado es capaz de llevarse las revistas atrasadas de espectáculos que se leen en las estéticas y peluquerías.

4er PASO. Individualización del método.- Las terapias grupales nunca fueron buenas, el tratamiento es persona a persona, cara a cara, por lo menos mientras dura la cuarentena.

5º PASO. Esterilización del sitio.- Contrariamente a lo que todos suponen, la rehabilitación no debe llevarse a cabo en aquellos lugares donde se expendan bebidas alcohólicas, cualquiera que sea la denominación que adquieran estos sitios: bares, cantinas, antros, peñas, pulperías, vinaterías, tascas, tabernas o mezcalerías. La desvergüenza que en juicio se recrimina, en un par de horas con el alcohol se puede convertir en una verdadera hazaña.

6º PASO. Sentido de la terapia.- La carga ideológica debe ir encaminada a resaltar la utilidad de un libro para la colectividad, la adrenalina del robo debe ser sustituida por la piedad literaria, la congoja editorial o el arrepentimiento.

7º PASO. Regresión natural.- Un paciente, a punto de superar el tratamiento, no puede ser obligado a devolver los libros que forman parte de su haber. Estos son equiparables a insignias de batallas libradas y desprenderlo de estos sería tanto como echar al paciente en un vacío existencial de su juventud o adolescencia.

8º PASO. Convencimiento que todo es por el arte.- Es saludable que el bibliocleptómano esté convencido que con su tratamiento no se pretende la devolución de los libros o el ofrecimiento de una disculpa pública a manera de expiación, sólo se trata de rescatar el arte en este oficio furtivo para que la tradición no se desvirtúe. No habrá recaída que valga si se está convencido de ello.

Ante los tratamientos que parecen imposibles, es válido recurrir a nigromantes o hechiceros para lograr una cura total. Hasta donde se sabe, no existen amuletos que conjuren este vicio.

Para los creyentes, existe una oración impresa sin licencia eclesiástica, atribuida al Papa Pío VII, que a principios del siglo pasado los frailes carmelitas distribuían en las cárceles para que todos los que estaban recluidos por hurto de misales, libros de coro, cuadernos o pergaminos, pudieran rezarla tres veces al día después del Ángelus; la leí muchas veces cuando era niño, fue cuando mi abuela me contó que su hermano estuvo preso en los tiempos del gobernador García Vigil en la cárcel del antiguo convento de Santa Catalina, que hoy es un hotel; la oración dice más o menos así:

“Oh Señor, por tu grandísima misericordia perdona mis debilidades, ata mis manos y cierra mis ojos para que no sean ocasión de pecado y yo respete todo aquello que quiero tener pero que no me ha sido dado en el mundo; dame sólo lo que mis ojos sean capaces de leer sin cometer pecado, purifica mi espíritu como lo hiciste con el buen ladrón, que en el patíbulo alcanzó la salvación a través del arrepentimiento y…ta ta tá ta ta tá. Amén”

Según mi abuela, después se debían rezar 3 Aves Marías, un Yo pecador y un Gloria, hasta donde alcanzo a recordar.

VI.- ¿QUÉ HACER CON LOS LIBROS?

(La fatalidad de la obra hurtada)

Acerca de aquellos que los terminan devolviéndo.- Cuando el sol de la vida está por ocultarse hay quien habiendo dejado el ego intelectual muy atrás, decide regresarlos. Hubo un caso en 1985, días antes del terremoto, en la antigua calle de República de Argentina y Justo Sierra en la ciudad de México, una mañana se presentó en la librería Porrúa un anciano, se quitó el sombrero, puso sobre el mostrador una bolsa de cuero, saludó, dijo su nombre completo y teniendo en frente al gerente le dijo a secas “vengo a devolver estos libros que me robé de aquí hace 55 años”

Acerca de aquellos que los conservan.- Hay en cambio otros que se aferran a ellos, nunca los prestan, cuando los vuelven a leer no les doblan las esquinas de las hojas ni los subrayan, van de un lado a otro junto a ellos en sus mudanzas, más que la vajilla de plata, las copas de cristal de baccarat, la cama o los sillones de la sala, les interesa que lleguen bien los libreros y no se pierdan los libros.

Acerca de aquellos que los regalan.- Hay otros que los regalan, se van desprendiendo de ellos poco a poco, les van diluyendo el afecto y si los prestan nunca reclaman su devolución; los ven como algo cada vez más lejano conforme pasa el tiempo hasta que de esos libros no se vuelve a saber nada.

Acerca de los libros que terminan regresando solos.- No sé si me crean, pero hay libros que cuando nacen (quiero decir, cuando salen de la imprenta) ya traen un destino, una fatalidad, una predestinación, un fatum. Tarde o temprano tienen que encontrarse con su lector, que no siempre es su dueño; así, hay libros que se pierden, se olvidan en un lugar, se extravían en el tiempo, y sólo aquellos a los que me refiero vuelven a casa (quiero decir, a las manos de su lector), de muy extrañas formas, no se sabe cómo pero vuelven. Nadie debería dudar de esta certeza.

Un domingo fui al mercado de la lagunilla en el centro de México, tras andar curioseando terminé comprando un calendario del más antiguo Galván del año 1969, porque extrañamente ahí viene la predicción sobre el arribo del hombre a la luna; el vendedor no tenía cambio y a cuenta me dio un librito muy viejo de pasta dura y lomo de piel.

El libro era “Tratado para la conservación de la planta del café”, en el interior tenía pegados dos ex libris con iniciales diferentes y en otra hoja venía estampado un sello ¿Quién de los tres había sido el primer dueño? ¿Quién lo robó, quién lo regaló, quién lo vendió a quién? En la última hoja, un nombre manuscrito en tinta sepia que me era familiar, arriba de la inscripción: “Finca Las Flores, Pluma Hidalgo, Oaxaca, año de 1904”. Era mi bisabuelo y era el año en que falleció.

No sé cómo llegó hasta el mercado de la lagunilla tantos años después, pero volvió a mi, por eso sé que aunque se vayan, hay libros que siempre terminan regresando”.

Aquí termina la trascripción de este Breve manual para robar libros y no sentir remordimiento.

Moisés

mroblescruz@hotmail.com

fuente:

http://otrashistorias.canutolibros.com/2009/05/breve-manual-para-robar-libros-y-no-sentir-remordimiento/