“Soy optimista, espero poner a leer al Perú a mis 63 años”
'Lito' Mendoza, Vendedor de libros.
Renato Arana Conde.
-Tienes la consigna de que 'todo libro que se compra en tu tienda puede ser cambiado por otro del mismo valor'. Eso no es rentable, ¿sabes?
Ese es un compromiso que me he puesto: ponerse a leer. Con eso trato de rebatir un argumento que han usado los peruanos que no quieren leer: ‘Los libros en el Perú son caros', dicen. Yo escojo los libros por mis más de 50 años leyendo. Incido en ciertos temas como historia, filosofía, novelas.
-¿Eso no se prestaría a cierto tipo de censura a ciertos contenidos?
No. Yo creo que el lector debe ser panorámico.
-¿Y cómo decides qué vender y no?
Yo no decido. Yo tengo miles de libros, los cuales escojo porque los considero buenos. Hay libros constructivos y otros no tanto, solo para entretenimiento... Yo soy enemigo de los libros de autoayuda. Eso me parece muy religioso…
-¿Y qué hay contra la religión…?
La religión no creo que le haya aportado mucho a la humanidad, ha creado el oscurantismo más feroz por el que ha pasado la humanidad. Quizá el planeta no estaría en peligro hoy por la irracionalidad del hombre… del hombre ‘informático’ de hoy.
-Hoy, que la información se descarga de la internet y se puede leer desde una tablet, ¿por qué te aferras al romanticismo del texto en papel?
En una sociedad en la que la mayoría tiene menos de 200 dólares mensuales, ¿crees que tendrían acceso a una tablet? Y el libro en el país es caro. ¿Cómo podría una persona de ingreso medio bajo tener a esas fuentes de información? Para eso existen dos tipos de negocio. Uno, como el mío, donde puedes adquirir libros usados y el otro es el mercado de la copia.
-¿Y a los 63 años esperas poner a leer al Perú desde un puesto en el centro de Lima?
Sí. Soy famoso por mi optimismo. Tengo amigos muy viejos y jóvenes y con ambos me entiendo perfectamente, y eso solo te lo permite la lectura.
-¿Crees cumplirlo en vida?
No creo que yo lo logre, pero sí me gustaría ser tan ‘mal ejemplo’ para otros viejos como yo que, ahora que ya acabó su época de producción, devuelvan algo al Perú.
-Y no solo ellos, sino los jóvenes…
Yo soy feliz cuando veo venir aquí a jóvenes con alto coeficiente intelectual. Cuando veo a un joven con esas condiciones solo les pido algo simple: ¡Triunfen y no se vayan del Perú!
-Me contabas que también 'combates' dando charlas en los colegios.
Uno de mis alumnos, con la idea que yo manejo de poner a leer al país, creó una ONG… y ha logrado que empresarios y autoridades le permitan dar charlas a chicos de secundaria. Me pidió que les hable a chicos de Ventanilla. Lo hice y les explico lo que es leer y si es buena inversión la lectura.
-Pueden tener toda la predisposición de ponerse a leer, pero llegan a casa y se encuentran con padres que no leen o están ausentes, una televisión de señal abierta sin contenido.
Tu triunfo no depende de tu padre o de tu madre ni de tus profesores ni del sistema. El triunfo o derrota de un hombre dependen de sí mismo.
-¿Aun siendo adolescentes?
¡Cierto!, porque es la mejor edad para captar un mensaje de ese tamaño. El problema es que, por no leer, los chicos de 15, 16 años de nuestro país siguen siendo niños. Mi alegría es cuando ellos me preguntan qué leer.
-¿Emilio Salgari?
Es lectura para muchachos de ocho, diez años. ¡Y no sabes cómo leen cuando tienen las ganas! (ríe)
-Fuiste director técnico de la Biblioteca Nacional en 2007, ¿cómo así llegaste?
Queriendo poner al país, le pedí a Alan (García) que me diera ese cargo y me lo dio. La tontería mía fue que cuando me ofreció la Biblioteca Nacional no se la acepté y me contenté con un segundo puesto, sin saber que el director no quería que el Perú leyera.
-¿No encontraste respaldo?
Cuando los cargos son de confianza y están basados en la política, se manejan otras cartas. Yo preferí irme si no se respeta lo que yo hago.
-Y volviste a tu tienda. Cómo escribiría Milton: Es mejor gobernar en el infierno que servir en el cielo.
Decidí que desde mi librería hacía mejor labor. Además, nunca fui empleado, acepté un empleo porque me dijeron que podía hacer mucha labor. Quería crear la biblioteca nacional de derecho, economía y pedagogía, por ejemplo.
-Veo que tienes un retrato de Haya de la Torre.
Soy aprista. A Víctor Raúl se le reconoce por buscar la unión de Latinoamérica, otros dicen que es el más grande luchador social... pero nadie lo felicita por lo mejor que hizo en su vida: fue el formador de la mayor cantidad de lectores que ha habido en este país. Antes, para ser aprista había que ser un tremendo lector, ahora, solo hay que decir: ¡Viva el APRA!
La ficha
Mi nombre es Víctor Raúl Mendoza Ferrer y nací el 20 de agosto de 1949. Empecé vendiendo libros usados en la Plaza San Martín y actualmente los vendo en la cuadra nueve del jirón Camaná, pero antes fui proveedor de barcos durante 20 años. Mi puesto se caracteriza por ser el punto de reunión de personas de toda edad y credo.
http://www.larepublica.pe/03-12-2012/soy-optimista-espero-poner-leer-al-peru-mis-63-anos
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