lunes, 2 de noviembre de 2009

(INAOE) En Puebla existen 67 librerías para una población de 5 millones 383 mil personas: SIC

La jornada de oriente
26 de mayo 2009
Por Yadira LLaven
En Puebla, tanto para la Casa de la lectura Profética, como la cadena de librerías Gandhi, así como Ángeles, y algunas librerías de lo viejo del Centro Histórico (7 y 11 Oriente), como uno de los principales problemas, que enfrentan hoy es la impunidad con que opera la piratería, la falta de fomento a la lectura, la casi desaparición de la cultura del libro, porque el mercado nacional de publicaciones está comprimido y atomizado en la ciudad de México, y en contadas capitales de los estados y, principalmente, por carencia de políticas que los ayude a salir del agujero.

De acuerdo con la Asociación de Libreros Mexicanos (Almac), en 2008, se contaba con aproximadamente un punto de venta de libros (que no siempre es una librería) por cada 100 mil habitantes, en nuestro país. Mientras, España tienen una librería por cada 12 mil habitantes, incluso países con una industria editorial menos desarrollada y una población lectora más pequeña, como Costa Rica, cuentan con una por cada 27 mil habitantes. Asociado a que en México, “el 94 por ciento de los municipios carece de librerías”.

La Red Nacional del Sistema de Información Cultural (SIC) confirma que en el estado de Puebla solamente existen 67 librerías para una población de 5 millones 383 mil personas. Además se imprimen siete revistas (Dialéctica, Crítica, Dualidad, El gremio, Autores. Teoría y textos de teatro, Puebla mágica y Graffylia); y sólo una aparece por internet, Catapulta.

El portal también informa que en Puebla existen 374 fondos editoriales, además de la editorial del INAH, seis más de la Dirección General de Culturas Populares, cuatro ferias del libro (UAP, UDLA, INAOE y UPN), y ocho editoriales: Editorial Alternativa Cultural Democrática, Ediciones las Américas, AC, Dirección de Fomento Editorial de la UAP, Departamento de Publicaciones de la Universidad de las Américas , Ediciones e Impresiones Brika, SA de CV, Distribuidor Editorial Elto, SA de CV, Editorial La verdad de la palabra y Educación y Cultura.

En opinión de editores con larga tradición en nuestro estado, como, el dominio de la producción de libros por parte del Estado no ha beneficiado a la cultura del libro porque ha construido la idea de que el libro se debe regalar y puede llegar a nuestras manos sin que medie ningún esfuerzo.

Quienes forman parte de la cadena del libro esperan que la inminente aplicación del precio fijo pronto de los resultados obtenidos en los países donde opera, permitiendo una competencia más equilibrada. Una de las causas de la creciente disminución de librerías en los últimos 10 años fue la guerra de descuentos. Las grandes cadenas y tiendas de autoservicio, gracias a sus volúmenes de compra, podían ofrecer más descuentos que las librerías independientes, éstas se encontraban en desventaja y no podían competir ni en surtido ni en precio, lo cual les obligaba al cierre. Lograr que los libros cuesten lo mismo en cualquier parte del país motivará la competencia por servicios y no por descuentos.

Ante la escasez de librerías, una forma de suplir los puntos de venta ha sido la realización de ferias del libro. “Somos el país de América Latina que más eventos de este tipo realiza; sin embargo, la venta temporal no logra suplir a los establecimientos dedicados a atender la demanda permanente ni la necesidad continua de fomento a la lectura, como tampoco la necesaria difusión y promoción de catálogos”.

Hay un total desconocimiento del valor del derecho de autor y la necesidad de remunerarlo, de hecho, quienes más apoyan la piratería y la reproducción reprográfica no autorizada (la fotocopia) son estudiantes y profesionales. Por lo menos, las últimas tres generaciones de egresados de licenciatura han estudiado principalmente en fotocopias, y esto afecta no sólo la compra de libros, también las formas y prácticas de lectura. El libro deja de ser un discurso completo, se accede sólo a algunos de sus fragmentos.

El Centro Mexicano de Protección y Fomento al Derecho de Autor (Cempro) calcula que en México se realizan 7 millones de fotocopias no autorizadas, lo que equivale aproximadamente a 28 millones de libros de 250 páginas; y esta práctica se realiza sobre todo en universidades, tanto públicas como privadas.

“Prolongar la situación actual nos convertirá en consumidores de libros de otros países, porque es más fácil y barato comprar títulos fuera que adquirir y promover la producción local”.
Fuente: http://infotecnia.com.mx/centrosconacyt/nota.php?id=104692&tipo=w

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aunque es un artículo ya atrasado tiene vigencia, pero creo que no ve el problema desde un punto de vista más real, el costo de muchas obras es muy elevado y no es debido a su costo real de producción, sino más bien a que las editoriales quieren obtener grandes ganancias pues incluso a los mismos autores de las obras les pagan con migajas, sobre la mal llamada ley de precio único que ya esta en vigencia (pues ya estamos en el 2016) ni se aplica ni serviría, pues los costos de traslado de su mercancía para el librero que que tiene su negocio en el DF y el que tiene su librería en por ejemplo San Luis Potosí no son iguales, por lo que el librero de provincia se ve obligado a gastar más de su utilidad, a todo esto hay que agregar muchos problemas que aunque son parte del trabajo de tener una librería sería muy largo enumerar, van algunos a modo de prueba: políticas de editoriales para poder comprar o/y tener una consignación de sus libros, porcentajes de ganancia muy bajos, falta de ediciones rusticas de bajo costo, importación de libros que se pueden producir en México, en fin la lista es interminable, sin embargo me sigue fascinando ser librero