Ya sé… muchos creen que trabajar en una libreria de viejo es el trabajo más chairo, divertido e interesaaaante donde se respira la sabiduría, pero no!!! Episodios como los siguientes se viven a diaro:
- ¿Rentan los libros o nadamás los venden?
- No, sr.; es una libreria, solamente los vendemos…
[Pero sabía que existen las bibliotecas ¿no? ¿NO? Bueno, no ¬¬]
*
- Busco un libro…
[Ps… si, supongo, o tal vez como yo, usté va a comprar lechugas a la panadería]
- Dígame, ¿cuál?
- Ay… es que no me acuerdo como se llama…
[Mmmta… Valevrga… Chingadamdre!!]
- Uy… pues así va a estar un poco difícil, ¿recuerda el autor?
- Es uno azulito… Mire! así como éste! sólo que azulito, un poco más gordito y en la portada trae como a un niño…
[mellevalaquemetrajo&%$&&]
- Es que sería más fácil encontrarlo si tuviera el autor o el título… ¬¬
*
- Busco este libro (el cliente en cuestión extiende un papelito arrugado)
- ¿Es una novela?
- No srita. ¿cómo va a ser una novela?! es un libro!! (léase en tono de indignación)
[sin comentarios]
continuará…
fuente: http://nitasulfita.blogspot.com/2010/01/entre-libros.html
3 comentarios:
jajaja
De que los hay, los hay..., pero de cualquier modo a mí me encantaría tener una librería de viejo.
Que hay Casar, pareciera que hace años que no paso por tu libreria, y hay cosas que poner al corriente y platicas y demas, espero ya poder darme un tiempo de visitarte. Pero en fin, no seas tacaño y cuentales a tus lectores las cosas mas gruesas que han preguntado en tu libreria, yo he estado presente en mas de una ocasion y he presenciado cosas increibles y sumamente comicas.
Saludos y abrazos calurosos
Estimado Jonatan:
Claro , otras de medalla de oro, pero permite comentar que como algunos lectores y no libreros leen el blog, no deseo que se sienta ofendidos.
En este momento me destino hacer y complementar.
Cesar Diz
Estimado arrumacos:
Hay anecdotas aún mas jocosas, pero lo importante es mantener el buen humor para atender a nuestros clientes.
Si te interesa poner una librería de viejo, es algo apasionante, se sumerge constantemente en el mundo de la nada, al darse cuenta cuanto ignoramos los libreros y lo mucho por conocer
Cesar Diz
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